El estilo romántico en decoración es una forma de conseguir, a través de la cuestión estética, pero sin renunciar a la funcionalidad, una dosis extra de elegancia, suavidad y delicadeza. En decoración se habla comúnmente de estilos porque es una forma de encasillar la apariencia de las diferentes estancias. El romántico se caracteriza por su carácter amable, inspirador y por los colores suaves, no demasiado intensos.
Cómo decorar con estilo romántico
La decoración en estilo romántico es acogedora, muy adaptable a cualquier espacio y con esa idea de trasladar sensación de ternura y delicadeza. Los colores, los muebles, las texturas o la utilización de flores, así como la iluminación, juegan un papel clave para cumplir con este objetivo decorativo.
Los baños de estilo romántico
Los baños ya no son solo el espacio donde asearse y ganar en higiene. Cuando un baño suma el añadido estético a través de la decoración consigue que la estancia sea más agradable y que permita mayor relajación.
Para conseguir esto podemos incluir espejos especiales, con brocados y dorado envejecido, suelos de baldosas, grifería ornamental a juego con el espejo y ganar calidez en la estancia con velas aromáticas, pero siempre colocándolas dentro de un recipiente para evitar posibles accidentes domésticos.
¿Cómo decorar el dormitorio con estilo romántico?
Con el dormitorio debemos seguir la misma tónica que con el baño, perseguir la funcionalidad pero sin renunciar al aspecto estético. Como el dormitorio es el lugar de sueño y descanso, todo debe ser diseñado para ese propósito.
Los colores cálidos son una buena fórmula para decorar el dormitorio en estilo romántico, pero no la única posible, pues con los tonos beige en las paredes y el suelo también se consigue ese efecto, sobre todo si se combina con maderas naturales para los muebles y pequeños detalles en tonos pastel, que siempre crean sensación de calma. En los textiles, las texturas mullidas, las telas pomposas y los bordados son una opción imprescindible.
Decoración de estilo romántico para el salón
Otra estancia destinada a la relajación, así como a compartir momentos en familia, es el salón. Un salón con ambiente romántico no puede renunciar a los muebles de este tipo, con un diseño clásico simulando el mobiliario de los siglos XVII y XVIII. Son piezas con terminaciones en formas geométricas y siempre de madera, a ser posible de aspecto envejecido.
Por otra parte, hay que decantarse por colores vivos, pero neutros, como los tonos pastel: el blanco, el azul, el color tierra…, y completar esto con detalles ornamentales de todo tipo, incluidas algunas paredes en papel pintado.
La iluminación en la decoración estilo romántico
Un apartado muy importante y diferencial de la decoración romántica es la iluminación. Este estilo se caracteriza por potenciar al máximo la luz natural, pero complementar esta con iluminación artificial de carácter cálida.
Las velas, como ya vimos en el baño, son un buen complemento, pero no son el único. Cuando hablamos de iluminación romántica nos referimos a luminarias íntimas, con luz cálida, que favorezcan una atmósfera muy relajada.
Luminarias de este tipo son las lámparas de araña colgante y las de mesa con tulipas de telas en tonos cálidos. Asimismo, otra propuesta es integrar focos de luz que sean regulables en su potencia lumínica, para crear distintos ambientes en función del momento del día. Por último, una fórmula para jugar con la iluminación natural es instalar cortinas también en tonos cálidos.
La decoración de estilo romántico busca sobre todo garantizar la paz y la relajación en el interior de la vivienda, especialmente en las estancias destinadas al descanso. Para ello, el mobiliario, la iluminación y la sabia elección de colores, son fundamentales.