El dormitorio principal en una vivienda es, habitualmente, el más grande, el que está dedicado para los padres en caso de ser una familia con hijos, o bien el que no es para invitados. Esta regla solo se rompe en caso de que los pequeños tengan que compartir habitación, y no siempre ocurre así. Hoy te mostramos algunas recomendaciones sobre la
distribución del dormitorio principal.
Claves para mejorar la distribución de un dormitorio principal
En la distribución del dormitorio matrimonial no hay que preocuparse de elementos como un escritorio, pero sí habrá que
acompañarlo con acceso al vestidor, cuando es posible,
un tocador, una cómoda o un pequeño asiento.
Normalmente
la distribución de este dormitorio es rectangular, y el máximo protagonismo lo tiene la cama, como en cualquier otra habitación. Pasamos directamente a estos consejos.
¿Dónde colocar la cama? El centro neurálgico
El primer paso que hay que seguir para responder a la pregunta de cómo distribuir un dormitorio de matrimonio es colocar la cama. Es importante tener en cuenta la orientación de puertas y ventanas, así como el espacio hasta las mismas, para que haya suficiente superficie de tránsito. Es muy frecuente
instalar la cama de manera perpendicular a la pared de la ventana, pero otra alternativa es usar la misma pared de la ventana.
El dormitorio como rincón de descanso, no sobrecargar en exceso con muebles
Tras la cama toca evaluar el resto del mobiliario. La clave es no sobrecargar la estancia. Hay que
evitar que el dormitorio se convierta en un espacio de almacenamiento o en un lugar habilitado para trabajar.
Si hay un espacio amplio entre la pared y la cama, puede colocarse una cómoda a los pies, con sus cajones y ancho suficiente como para apoyar objetos de uso diario. En las paredes ciegas irán los armarios y otros muebles auxiliares. En caso de que la habitación tenga un vestidor anexo, la cama sí puede ir en la pared ciega. La superficie mínima para un vestidor es de 4 metros cuadrados.
Más espacio de relax en los rincones muertos, un lugar para leer
Si queda alguna pared muerta, quizás el lateral junto a la ventana en caso de que esta se sitúe frente a la cama, este espacio se puede ocupar con
un sillón para relajarse y adaptarlo a modo de rincón de lectura. Para ello valdrá con un
punto focal de luz fría, pero que no deslumbre.
¿Cómo debe ser la iluminación en un dormitorio principal?
La distribución de la habitación matrimonial también está muy marcada por la iluminación. Asumiendo como principio básico que cuanto
mayor sea la entrada de luz natural, más bienestar se alcanza en el dormitorio, este principio hay que combinarlo con puntos de luz artificial.
El dormitorio debe tener una
luz homogénea, uniforme y sin sombras, que ayude a crear un ambiente de armonía para favorecer el descanso. Los plafones LED o las lámparas colgantes en el techo son una buena opción para la iluminación general.
Otra ayuda la aportan las
lámparas de pie, que ayudan a crear un ambiente más íntimo y recogido. Si quieres leer también en la cama, una alternativa son las
luces LED en el cabecero. Y siempre que sea posible, la
luz regulable es más apropiada, para ajustarla al momento del día o de la noche.
La distribución del dormitorio debe tener presente que lo importante es la estancia es descansar. Lo más relevante es buscar la comodidad y no sobrecargar en exceso el espacio. Más vale que la habitación parezca un poco desnuda que conseguir el efecto contrario, pues acabará resultando muy agobiante.